sábado, 2 de julio de 2011

El juego caprichoso

Normalmente creemos que podemos controlar cualquier situacion que nos venga por delante pero cuando el angel de rubios cabellos y traviesas flechas fija una en nuestra dirección pierdes el control de tu vida por completo, ya no solo eres tu y no debes solo pensar en no lastimar gente sino que el te otorga la misión de darle alegrias y dulces caricias a la otra parte de su traviesa flecha porque aun que seamos tan arrogantes para pensar que podemos controlar todo, que estamos por sobre todos y esto nos hace sentirnos con el derecho de decidir sobre la vida de otros que no pueden defenderse ante un buen calmante y una correa que les atamos en torno a sus corazones que lloran por la libertad que les estamos negando, ese pequeño travieso que salta de pecho en pecho dejando confusión y un revoltijo en el estomago nos hace darnos cuenta de nuestra insignificancia, de lo debiles que somos he intentamos compensarlo con las mas dulces y acarameladas frases y gestos que solo nos surgen de la nada, o eso creemos nosotros porque todas estas dulces caricias son fruto del jugueteo del pequeño caprichoso que de vez en vez despierta para materializar lo mejor que tenemos; El Amor (L)

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